¿Existe la adicción a los videojuegos?
Aunque la mayoría de las personas que juegan a videojuegos no tienen este trastorno, la adicción a los videojuegos está reconocida oficialmente por la OMS en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) publicada en 2022. La categoría diagnóstica de «trastorno por videojuegos» (Gaming disorder) se refiere al uso de juegos digitales o videojuegos, ya sea por conexión a internet o sin ella. Se define como un patrón de comportamiento caracterizado por la falta de control sobre el videojuego. Esta falta de control se ve reflejada en la dificultad para priorizar otras actividades frente al juego, anteponiendo este último a otras obligaciones diarias. El tiempo dedicado a videojuegos se incrementa gradualmente o se mantiene a pesar de las consecuencias negativas.
Más allá de si nuestro hijo o hija cumple o no los criterios diagnósticos, si su conducta en relación a los videojuegos está afectando en su vida diaria, sería conveniente intervenir con un especialista para poder evaluar y ayudarle a tomar conciencia del posible problema.
El trastorno por videojuegos se caracteriza por:
- Un patrón de comportamiento de juego persistente o recurrente, que se manifiesta a través de «un control deficiente sobre el juego», por lo que se refiere a la frecuencia, intensidad o duración.
- Una prioridad en aumento del juego, hasta llegar a sustituir otros intereses vitales o actividades diarias.
- Una continuación o escala del juego a pesar de las consecuencias negativas.
- Una invalidación de la persona en el ámbito personal, familiar, social, educacional o ocupacional.
- Una duración de más de 12 meses.