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Dra. Bodyl Brand, neurocientífica e investigadora posdoctoral en psicosis y salud mental femenina. Departamento de Psiquiatría. Medical Sciences Division. Universidad de Oxford

«Hay una conexión clara entre los cambios en las hormonas sexuales en las mujeres y la psicosis»

Mònica Fidelis Pérez de Tudela
Mònica Fidelis Pérez de Tudela
Periodista. Project Manager
SOM Salud Mental 360
Dra. Bodyl Brand

¿En qué momento de su trayectoria decidió centrarse en el papel de las hormonas sexuales en la salud mental de las mujeres?

«Creo que fue bastante pronto. En realidad, estoy al principio de mi carrera porque acabo de terminar mi doctorado. Pero recuerdo que estaba haciendo prácticas con personas con psicosis. Junto a mi supervisor de doctorado, trabajábamos en un estudio que analizaba el papel de los moduladores selectivos de los receptores de estrógeno, un tipo de medicamento que funciona de forma similar al estrógeno, para ver si podían mejorar los síntomas de la psicosis. Recuerdo que la primera vez que oí hablar de ello, pensé: “Es curioso, ¿por qué? ¿Por qué lo harían? ¿Por qué administrarían estrógeno?”. Eso me llevó a investigar más sobre cómo el estrógeno podría tener un efecto protector en la psicosis.

Pensé que era un enfoque y una hipótesis muy interesantes porque, obviamente yo también tengo una conciencia personal de que las hormonas pueden tener un gran impacto en cómo te sientes como mujer - y quizás también como hombre -, pero, como mujer, yo misma tuve esa experiencia. Así que creo que eso fue lo que realmente me atrajo a investigar el impacto de las hormonas sexuales, y específicamente del estrógeno, en la causa de la psicosis».

Así que su propia condición de mujer fue determinante en este interés profesional... 

«Bien, lo primero que me interesó fue el impacto de las hormonas en el cuerpo y darme cuenta de que, puesto que las hormonas tienen un impacto en todo el cuerpo, también lo tienen en el cerebro. Y luego, al profundizar en ese tema me di cuenta de que no se sabe mucho sobre cómo afecta la psicosis a las mujeres. Las mujeres con psicosis con las que he podido hablar me dicen, por ejemplo, que una vez que han llegado a la menopausia, tienen más síntomas. Y que no encuentran realmente una buena manera de resolverlo, que cambiar la medicación no funciona. 

Así que empecé a ver que, por un lado, conocemos el impacto del estrógeno y decimos que el estrógeno es protector, lo cual es bueno para las mujeres. Pero al mismo tiempo, también vemos que no les estamos proporcionando un tratamiento en base a este conocimiento. Realmente no sabemos qué hacer cuando disminuye el estrógeno. He podido ver estos efectos, con episodios severos de psicosis en mujeres en la menopausia, pero también, en algunos casos de mujeres durante su ciclo menstrual».

Alteraciones ciclo menstrual y psicosis

¿Cómo puede alterar la psicosis el ciclo menstrual?

En este sentido, ¿la falta de investigación o de mirada de género sobre la psicosis sigue siendo una asignatura pendiente?

«Creo que, en general, no sabemos lo suficiente sobre el cuerpo femenino y cómo tratarlo. Así que la incidencia es doble porque afecta al conocimiento general del cuerpo femenino sumado a los trastornos de salud mental.

Es un gran problema. En el caso de los trastornos psicóticos, sucede que su aparición temprana es más común en hombres y la mayoría de ensayos clínicos, con buenos resultados en cuanto a la efectividad de los fármacos, se han realizado con este grupo. 

La mayoría de antipsicóticos existen desde hace mucho tiempo y se siguen probando principalmente en hombres. Aunque ahora incluimos a mujeres en los ensayos clínicos, estos a menudo se centran solo en edades entre 18 y 45 mayoritariamente. Pero se excluye a la población de mujeres a partir de los 50 y que es mucho más propensa a desarrollar psicosis, precisamente por la ausencia de estrógeno. Por lo tanto, creo que estamos excluyendo no solo a las mujeres en general, sino también a un grupo específico de mujeres mayores de 50 que podría responder de forma diferente».

Dona i psicosi

La necesaria mirada de género sobre la psicosis

¿Qué son las hormonas sexuales femeninas y cuál es su función en el cuerpo de la mujer?

«Primero, es importante aclarar que no deberíamos llamar al estrógeno “hormonas sexuales femeninas”. No debería llamarse así porque los hombres también tienen estrógenos y las mujeres también tienen testosterona. Simplemente, unas predominan más en un sexo u en otro: en los hombres, la testosterona, y en las mujeres, el estrógeno y la progesterona.

Las hormonas son lo que llamamos “mensajeros químicos”, están presentes en la sangre, pueden llegar a todos los órganos y tener efectos en todas las partes del cuerpo. Lo mismo ocurre con la progesterona y la testosterona. En cuanto al estrógeno, sabemos que tiene efectos antiinflamatorios en el cuerpo. Reduce la inflamación y, si nos centramos específicamente en el cerebro, sabemos que puede ayudar a disminuir la inflamación, pero también puede influir en la transcripción de genes. Para el funcionamiento saludable de las células, en resumen, podría tener efectos neuroprotectores. En el caso de la progesterona, también sabemos que tiene efectos en el cerebro. Son menos conocidos, pero la comunidad científica ahora le está prestando más atención a este campo.

En el caso de la psicosis, la conexión entre el estrógeno y la psicosis es más clara que con la progesterona. Esto también se debe a que la mayor parte de la investigación se ha centrado en el estrógeno y sus efectos neuroprotectivos, que son más claros para esa hormona».

¿Cuáles son los temas principales que está investigando y sobre los tratará en su conferencia en el congreso de Barcelona?

«Los temas sobre los que hablaré son básicamente tres:

  • El efecto protector del estrógeno y qué sucede cuando los niveles de estrógeno disminuyen. Esto podría deberse a la menopausia, pero también al uso de algunos medicamentos. Parte de la investigación que he realizado y que voy a presentar trata sobre qué sucede cuando los niveles de estrógeno son bajos en las mujeres y cómo esto afecta la evolución y la presentación de la psicosis. Luego hay una segunda parte más detallada, que trata más sobre el tratamiento farmacológico ¿Qué sabemos sobre el tratamiento de la psicosis y cómo podría diferir entre hombres y mujeres? Entonces, ¿estamos administrando las dosis correctas a las mujeres?
  • ¿Qué medicamentos pueden tener efectos negativos específicos para la salud de las mujeres, pero no para los hombres? Por lo tanto, nos centraremos en los tratamientos dentro de las opciones disponibles actualmente y en una revisión más exhaustiva de lo que estamos haciendo actualmente y cómo podemos mejorarlo.
  • Y, por último, en base al efecto protector del estrógeno y las consecuencias de su disminución, y de la brecha en los tratamientos actuales con antipsicóticos, ¿qué podemos hacer? No lo estamos haciendo bien en este aspecto, así que la tercera parte será un tono más positivo sobre qué podemos hacer para mejorar el tratamiento, por ejemplo, mediante el aumento de estrógenos, pero también realizando ajustes al tratamiento actual.» 

«Conocemos los efectos del estrógeno, pero no lo estamos optimizando lo suficiente»

Se refiere mucho a la etapa de la menopausia, pero también hay otros momentos en la vida de la mujer en los que hay un descenso de estrógenos y que puede representar un riesgo, como en el posparto. 

«Mi investigación hasta ahora se ha centrado principalmente en la menopausia, pero también en el ciclo menstrual y en las mujeres premenopáusicas, y cómo los niveles de estrógeno también pueden ser bajos en mujeres premenopáusicas debido al uso de antipsicóticos. No abordaré el momento del posparto en relación a la psicosis en este congreso, pero, evidentemente, es un tema relevante y, de hecho, es algo que estoy investigando.

Los períodos de niveles bajos de estrógeno también podrían ocurrir en diferentes etapas de la vida de la mujer. Debemos hacernos preguntas… Por ejemplo, ¿una mujer que ha pasado por un episodio de psicosis posparto es más propensa a desarrollar un episodio más grave durante la menopausia? No conocemos científicamente esta conexión, pero la hemos visto».

¿Qué impacto tiene esta investigación en la calidad de vida de las mujeres con psicosis?

«Bien, actualmente no existen pautas de tratamiento específicas para cada sexo porque no hay suficiente investigación, pero creo que, con el conocimiento que ya tenemos, los profesionales podrían ser más cuidadosos o más conscientes al recetar a las mujeres. Mi campo no es la práctica clínica, pero tengo la sensación de que no se acostumbra a considerar que la menopausia pueda tener un impacto tan relevante.

Por ejemplo, si son conscientes de que podrían necesitar una dosis más baja o ajustes específicos, o si deberían tener en cuenta efectos secundarios específicos que afecten al ciclo menstrual o a la salud menstrual, y luego preferir un tratamiento u otro. Las mujeres empiezan a reducir sus niveles de estrógeno a partir de los 40 o 45 años. Los profesionales deberían ser más conscientes de la fase de transición hormonal específica de las mujeres puesto que podría influir en cómo se sienten y en la progresión de su trastorno. 

Aunque el fin de su ciclo menstrual no debe ser una preocupación para las mujeres, es importante que se informen y que puedan hablarlo con sus profesionales de referencia cuando hablamos de psicosis. Los tratamientos que podrían ayudar a mejorar la psicosis, por ejemplo, durante la menopausia, son la terapia hormonal para la menopausia. No digo que deba reemplazar a los antipsicóticos, pero es un tratamiento con una larga trayectoria y relativamente seguro. Por lo tanto, ya se puede utilizar en la práctica clínica si se atiende a una mujer en la etapa de la menopausia y no se logra ajustar la dosis de antipsicóticos. A veces, hay que pensar un poco más allá de los antipsicóticos cuando hay que hacer ajustes».

¿Puede compartir con nosotros algunos aspectos destacados de su investigación sobre los medicamentos antipsicóticos y la prolactina?

«Realizamos un estudio para investigar cómo evitar el aumento de los niveles de prolactina, que es un efecto secundario de muchos antipsicóticos. Esta hormona tiene como función principal estimular la producción de leche en las mujeres durante la lactancia. En mujeres que no han sido madres, normalmente está en un nivel bajo. Sin embargo, los antipsicóticos pueden aumentar la producción de prolactina, incluso en los hombres. Al aumentar la producción de prolactina, la producción de estrógeno puede verse suprimida. Por lo tanto, un efecto secundario negativo que a menudo se observa con estos medicamentos es que, por ejemplo, causan disfunción menstrual. 

Si se suprimen los niveles de estrógeno, el ciclo menstrual natural, en el que se supone que fluctúa el estrógeno, se ve suprimido, silenciado. Así, se observa disfunción menstrual y, por ejemplo, dolor en los senos. También se observa qué influencia tiene en problemas de infertilidad u osteoporosis a largo plazo.

En los hombres puede tener unos efectos más generalizados, pero los efectos en las mujeres son particularmente perjudiciales, ya que los niveles se elevan con mayor facilidad (las mujeres ya tienen niveles más altos de prolactina per se), pero también son más sensibles a los efectos secundarios.

Además, nos interesaba investigar si estos medicamentos se asocian con niveles más altos de prolactina y niveles más bajos de estrógeno, dado que sabemos que el estrógeno también tiene un efecto neuroprotector en el cerebro. ¿Tienen estas mujeres también un efecto negativo en la gravedad de sus síntomas?  Este estudio fue muy puntual y con una muestra pequeña, así que realmente necesitamos más investigación al respecto. En cualquier caso, encontramos una correlación negativa entre los síntomas. Descubrimos que, a mayor gravedad de los síntomas, menor nivel de estrógeno». 

¿Cuál cree usted que es el reto actual o próximo en cuanto a la investigación sobre mujeres y psicosis?

«Se necesitan más estudios, ya sean epidemiológicos o clínicos, para determinar si la terapia hormonal para la menopausia u otros tratamientos disponibles basados en estrógenos que pueden mejorar la salud.

Esto se aplica, por supuesto, también a mujeres con psicosis en la etapa de la menopausia. Y lo digo porque sabemos que la terapia hormonal y otros medicamentos basados en estrógenos ya están disponibles en el mercado. Y creo que sería un objetivo fácil de alcanzar. Realizamos un estudio de cohorte en Finlandia donde demostramos que la terapia hormonal para la menopausia se asociaba con un menor riesgo de desarrollar psicosis en la etapa de la menopausia. Por lo tanto, creo que, basándose en ese trabajo, más estudios clínicos proporcionarían más evidencia, si la hay.

La evidencia de que estas terapias podrían ser beneficiosas para estas mujeres podría convencer a los profesionales de que quizás se las receten. Así que es un objetivo más clínico y más posibilista. 

Por otro lado, estamos intentando comprender los mecanismos por los cuales el estrógeno afecta los riesgos de psicosis y quizás también otras vulnerabilidades mentales, pero específicamente en el caso de la psicosis. Leemos mucho que el estrógeno es neuroprotector y que podría afectar en la neurotransmisión de dopamina, y la dopamina es el principal neurotransmisor que se altera en la psicosis, pero no entendemos realmente cómo funciona ni si también podría actuar a través de otros neurotransmisores. Por lo tanto, es fundamental comprender qué sucede, qué factores influyen... Si sabemos esto, quizás también podamos comprender mejor cómo podemos intervenir o cómo podemos prevenir esta mayor vulnerabilidad».

¿Cómo resumiría el principal aprendizaje en su campo de investigación?

«Para alcanzar una verdadera igualdad de género en la atención a la psicosis, es necesario ofrecer un abordaje diferenciado entre hombres y mujeres. No basta con tratarlas de la misma manera que a los hombres; debemos reconocer y aprovechar, en el caso de las mujeres, el papel protector de su producción endógena de estrógeno».

Este contenido no sustituye la labor de los equipos profesionales de la salud. Si piensas que necesitas ayuda, consulta con tu profesional de referencia.
Publicación: 27 de Agosto de 2025
Última modificación: 1 de Septiembre de 2025

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La Dra. Bodyl Brand es una de las ponentes destacadas del V European Meeting on Women’s Mental Health. Psycosis and gender, que se celebrará en Barcelona el próximo 2 y 3 de octubre, bajo la organización del Grupo de Trabajo e Investigación en Mujer y Salud Mental (Societat Catalana de Psiquiatria i Salut Mental). Con ella conversamos sobre su campo de estudio: cómo los cambios hormonales inherentes a la vida de las mujeres las hacen más vulnerables a la psicosis y cómo tratar esta mayor vulnerabilidad, teniendo en cuenta no sólo su salud mental sino también su bienestar físico.