¿Qué te aporta hacer deporte?
Resumen
Mover el cuerpo y practicar deporte es una manera fantástica de sentirse mejor. Tiene beneficios sobre nuestra salud física, como por ejemplo reforzar huesos y músculos para prevenir lesiones y tener molestias en el futuro o ayudar a que nuestro sistema cardiovascular funcione mejor. También tiene mejoras sobre nuestro bienestar emocional, ya que:
- Mejora nuestro estado de ánimo y nos ayuda a sentirnos mejor cuando nos sentimos tristes, sin ganas de hacer nada o tenemos ansiedad.
- Nos ayuda a gestionar el estrés y a descansar mejor.
- Cuando practicamos deporte en equipo, mejoramos nuestras relaciones sociales y podemos hacer nuevas amistades.
- Nos permite pasárnoslo bien y a la vez mejorar nuestra autoestima.
La actividad física y el deporte tendrían que formar parte de la vida de cualquier persona. Por eso, desde que somos pequeños es importante incorporar este hábito para mejorar nuestra salud del futuro. Se recomienda que los niños y los adolescentes hagan cada día como mínimo 1 hora de actividad física, que sea entre moderada y vigorosa y, de esta, que dediquen 3 días en la semana a actividades que refuercen músculos y huesos.
Para empezar a hacer deporte y mantenerlo a lo largo de nuestra vida es importante estar motivado y escoger una actividad que nos guste. A veces pensamos, erróneamente, que hacer actividad física es ir al gimnasio a hacer pesas o trabajar en el banco de remo. Este tipo de actividad puede ser muy desmotivadora para muchas personas o incluso desaconsejable para otros. Cada uno tenemos que encontrar qué actividad nos atrae más, la que nos ayuda mejor a cumplir nuestros objetivos, se ajusta a nuestras capacidades y la que nos resulta más fácil de mantener en el tiempo. Quizás bailar, escalar o la natación son más adecuados para ti que ir al gimnasio.
Cómo estar en forma sin obsesionarse
A pesar de que practicar ejercicio físico sea saludable, no todo vale. El culto al cuerpo y la constante presión que sienten muchas personas para lograr los estándares de belleza que nos muestran los medios de comunicación y las redes sociales como los cuerpos musculados y delgados pueden llevar a algunas personas a hacer ejercicio de manera compulsiva e incluso obsesiva y poner en peligro su salud y bienestar.
Algunas pautas para hacer deporte sin caer en la obsesión son:
- Haz ejercicio físico en compañía o en un club deportivo.
- Si vas al gimnasio y haces trabajo de fuerza como el levantamiento de pesas, pide ayuda y supervisión a un entrenador profesional.
- Aprende tus límites. Adapta los ejercicios físicos a tus necesidades y capacidades.
- Evita las actividades que requieran sobreesfuerzos innecesarios.
- Presta atención a tu cuerpo. Si sientes cansancio excesivo, fatiga o dolor muscular es momento de parar el ejercicio.
- Sé crítico con el contenido que puedes encontrar en internet y en las redes sociales que prometa resultados espectaculares en poco tiempo, ya que no suelen ser ciertos ni saludables.
- Un cuerpo saludable no es lo mismo que un cuerpo musculado. El resultado de hacer ejercicio no siempre se traduce en cambios sobre tu cuerpo. Aprende a valorar otros aspectos que te aporta el ejercicio más allá de tu cuerpo, como el bienestar emocional.
- Cada persona es diferente y puede tener resultados diferentes haciendo el mismo ejercicio. Es importante aceptar y estimar nuestro cuerpo, en ninguna parte de compararlo con los otros.
- Permítete que si un día no puedes hacer la rutina de entrenamiento, no pasa nada. Tu tiempo libre puedes dedicarlo a otras muchas cosas que te gusten.
- Sigue una dieta variada y equilibrada. Evita las dietas que restringen el consumo de grasas y fomentan un consumo muy alto de proteínas e hidratos de carbono; pueden ser peligrosas para tu salud y desarrollo.
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