Riesgo de suicidio en las adicciones comportamentales

La evidencia científica actual permite afirmar que las conductas adictivas no se limitan a aquellas en las que media la ingesta de una sustancia, sino que hay una serie de conductas que inicialmente generan sensaciones placenteras pero que tienen un potencial adictivo muy elevado, como apostar a juegos de azar, el sexo, las compras o los videojuegos, por ejemplo. A estas adicciones se las conoce como adicciones comportamentales. Como sucede con las adicciones a sustancias, las personas con adicciones comportamentales experimentan síntomas tales como la tolerancia, el síndrome de abstinencia, la pérdida de control sobre la conducta y la persistencia en la conducta a pesar de las consecuencias negativas que ésta les acarrea en su día a día, por mencionar solo algunos de los síntomas más característicos (Grant et al., 2010).

Suicidio y adicciones comportamentales: evidencia científica y prevalencia

Las adicciones comportamentales concurren a menudo con otros trastornos mentales, como los trastornos ansiosos, los trastornos depresivos y otros trastornos adictivos, así como con la conducta suicida.  Esta última constituye un grave problema de salud pública en la medida en que afecta a prácticamente todas las edades y, especialmente, a ciertos grupos de edad como los jóvenes adultos y las personas mayores.

Se estima que más de 700.000 personas se quitan la vida cada año en el mundo y un número mucho mayor hacen un intento suicida (World Health Organization, 2019). El riesgo de suicidio es especialmente frecuente en personas que tienen un trastorno mental (Too et al., 2019). Existe una amplia literatura científica que ha explorado la conducta suicida en ciertos trastornos mentales como los trastornos depresivos, bipolares y psicóticos, pero, en cambio, la literatura sobre esta cuestión en otros trastornos mentales, como en el caso de las adicciones comportamentales, es todavía muy escasa.

La literatura científica que explora la conducta suicida en las adicciones comportamentales es muy escasa y la mayoría se centra en el trastorno de juego con apuestas.

La mayor parte de estudios publicados hasta la fecha que han explorado la prevalencia y características clínicas asociadas a la conducta suicida en adicciones comportamentales se han centrado en el trastorno de juego con apuesta en detrimento del resto de adicciones comportamentales. Este hecho se explica en buena medida porque el reconocimiento formal del trastorno de juego con apuesta como trastorno mental se produjo desde hace varias décadas y, en cambio, el resto de adicciones comportamentales son problemas de salud mental todavía en fases muy iniciales en cuanto a su caracterización clínica y reconocimiento formal.

Así pues, no disponemos de prevalencias precisas y consensuadas sobre el riesgo de suicidio, debido a la diversidad de formas a la hora de evaluarlo, a la falta de un consenso claro sobre los criterios diagnósticos de las adicciones comportamentales, a las distintas composiciones de las muestras de los estudios y al periodo de tiempo examinado. 

Trastorno de juego con apuestas

A pesar de estas limitaciones metodológicas, podemos señalar que en muestras de personas con trastorno de juego con apuesta se estima que entre un 17% y un 48% presentan una historia previa de ideación suicida y entre un 9% y un 31% han llevado a cabo un intento de suicidio (Battersby et al., 2006; Ronzitti et al., 2017). Como se ha señalado anteriormente, la literatura científica en el resto de adicciones comportamentales es mucho más limitada. 

Trastorno por videojuegos

En relación con el trastorno por videojuegos, los pocos estudios publicados hasta la fecha que han analizado la relación entre este trastorno y el riesgo de suicidio se han hecho mayoritariamente en muestras de adolescentes y han evaluado fundamentalmente la presencia de ideación suicida. Los resultados de estos estudios señalan que sí que existe una asociación entre el trastorno por videojuego y la ideación suicida, si bien el diseño transversal de los mencionados estudios dificulta la interpretación de los resultados, dado que no se puede determinar si la ideación suicida es una consecuencia del uso problemático de los videojuegos o si las personas con ideación suicida recurren más a los videojuegos como forma de evasión de estos pensamientos (Erevik et al., 2022). 

Adicción al sexo

Respecto a la adicción al sexo, en un estudio realizado entre personas con adicción al sexo en Francia, los autores encontraron que hasta el 41,7% de los participantes manifestaba un riesgo de suicidio (incluida la ideación y/o los intentos suicidas) (Wéry et al., 2016). Otro estudio, que examinó el comportamiento sexual compulsivo y la psicopatología en una muestra de hombres que buscaban tratamiento en Brasil, encontró un riesgo de suicidio en el 22% de los participantes (Scanavino et al., 2013). 

Adicción a las compras

En el caso de la adicción a las compras, se ha descrito una prevalencia de ideación suicida del 18,4% y de intentos previos de suicidio del 7,6% en una muestra de pacientes atendidos en una unidad especializada en adicciones comportamentales en España (Valenciano-Mendoza et al., 2021).

Trastornos mentales asociados a la adicción a los videojuegos

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Factores de riesgo de suicidio en el trastorno de juego con apuesta

Los factores asociados al riesgo de suicidio en el trastorno de juego con apuesta se pueden agrupar en cuatro categorías principales (Armoon et al., 2023; Kristensen et al., 2023): 

• Factores sociodemográficos
• Factores relacionados con la conducta de juego
• Factores relacionados con la personalidad y otros factores psicológicos 
• Factores psicopatológicos 

La incapacidad para detener la conducta adictiva, los sentimientos de culpa por las consecuencias negativas generadas a su entorno y la soledad e incomprensión con la que viven el problema son algunos de los factores que influyen en la conducta suicida. 

Factores sociodemográficos

El género femenino se ha asociado en la mayoría de los estudios con un mayor riesgo de suicidio. A modo de apunte, conviene señalar que, más allá del trastorno de juego con apuesta, en términos generales las mujeres presentan mayores tasas de intentos de suicidio que los hombres, si bien éstos presentan tasas claramente más elevadas de muerte por suicidio. Existen distintas hipótesis para dar cuenta de este hecho. Una de ellas es que los hombres acostumbran a emplear métodos de suicidio más letales (Berardelli et al., 2022).

Dentro de los factores sociodemográficos, también se han descrito:

• El bajo nivel de estudios 
• Los conflictos familiares y de pareja
• Las personas separadas, divorciadas o viudas
• El desempleo

Factores relacionados con la conducta de juego

• Inicio precoz del trastorno.
• Problemas económicos y deudas.
• Sentimientos de culpa y desesperación por las consecuencias ocasionadas por el juego.

Factores relacionados con la personalidad y otros factores psicológicos

• Altos niveles de impulsividad.
• Desregulación emocional.
• Dificultades en la flexibilidad cognitiva y en la toma de decisiones.

Factores psicopatológicos y otros factores médicos

• Los trastornos depresivos y, en concreto, el sentimiento de desesperanza al percibir que su situación no va a cambiar, que no van a contar con el apoyo familiar y que no van a poder hacer frente a las deudas.
• Los trastornos por consumo de sustancias.
• Trastornos ansiosos.
• TDAH.
• Trastornos de personalidad, especialmente el trastorno límite de la personalidad.
• Enfermedades somáticas crónicas.

Es relevante mencionar que diversos estudios señalan que incluso después de controlar el efecto de los factores psicopatológicos (por ejemplo, la sintomatología depresiva), la relación entre trastorno de juego con apuesta y suicidio sigue siendo significativa (Wardle & McManus, 2021).

El papel de la familia y del entorno de las personas en riesgo de suicidio

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Factores de riesgo de suicidio en otras adicciones comportamentales

En el caso del trastorno por videojuegos, se han descrito como factores relevantes asociados al riesgo de suicidio (Yu et al., 2020):

• La sintomatología depresiva.
• El género femenino. 
• La pertenencia a una clase social baja. 

En adicción al sexo se ha descrito los siguientes factores (Blum et al., 2018; Chatzittofis et al., 2017)

• La presencia de sucesos adversos durante la infancia (incluyendo haber sufrido abusos).
• Altos niveles de impulsividad.
• Dificultades en la regulación emocional.
• Sintomatología ansiosa y depresiva.
• Baja autoestima.
• Falta de apoyo familiar.
• Bajo nivel socioeconómico.

En adicción a las compras, se han descrito como factores asociados al riesgo de suicidio (Valenciano-Mendoza et al., 2021):

• El bajo nivel socioeconómico.
• El desempleo.
• La falta de apoyo familiar.
• Un peor estado psicopatológico. 

Es relativamente frecuente escuchar el relato de personas con este tipo de trastornos que verbalizan ideas de suicidio al experimentar una intensa frustración por su incapacidad para detener la conducta adictiva, los sentimientos de culpa por las consecuencias negativas generadas a su entorno, la soledad e incomprensión con la que viven el problema y la afectación en el estado de ánimo generada por la conducta adictiva. Por todo ello, es fundamental evaluar de forma sistemática el riesgo de suicidio en personas con adicciones comportamentales y darles el apoyo y acompañamiento necesarios, tanto profesional como familiar, para que puedan vislumbrar una salida a un problema de salud con consecuencias potencialmente tan graves.