¿Por qué gustan tanto las pantallas?
La sociedad actual está organizada en torno a las redes sociales y la vida actual es audiovisual, multimedia, multipantalla y multiconectada. Hay una tendencia a vivir la vida en micromomentos, nuevos espacios temporales breves de conexión que dedicamos a acceder a la información, a comunicarnos de forma inmediata y rápida, a estar presentes por el miedo a «no estar» y a «no perdernos nada».
Las pantallas tienen un gran poder, son una ventana de accesibilidad fácil y rápida. Podemos conectarnos las 24 horas del día, en cualquier lugar y en movimiento. Nos ofrecen muchas posibilidades, constituyen un medio extraordinario de relaciones, comunicaciones, aprendizajes, satisfacción de la curiosidad, diversión… Dan respuestas rápidas, recompensas inmediatas, visibilidad frente a los otros, reafirmación, identidad frente al grupo, una conexión permanente, etc. Se trata de un lugar donde la exposición, el compartir y el reconocimiento es lo prioritario.
El uso de las pantallas, como cualquier otra actividad que nos proporciona placer, se traduce en el cerebro en la liberación de grandes cantidades de dopamina constantes, derivadas la gratificación y recompensa continuada que recibimos (cuando tenemos likes al colgar fotos, videos o comentarios, cuando jugamos a videojuegos o a los juegos de apuestas online, etc.). Pero, aparte, no debemos olvidar que estos dispositivos y las diferentes aplicaciones o videojuegos que usamos están diseñados y desarrollados para captar nuestra atención.