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Un tercio de la profesión médica considera que tiene una mala salud mental

El malestar se asocia principalmente con las condiciones de trabajo
SOM Salud Mental 360

Redacción

SOM Salud Mental 360
Atención primaria ICS
Fotografía: Institut Català de la Salut

Tres años después de que se declarara la situación de pandemia por COVID-19, la salud mental de los profesionales médicos no ha mejorado, incluso en algunos aspectos ha empeorado.

Así lo muestran los resultados la segunda encuesta de Repercusiones de la COVID-19 sobre la salud y el ejercicio de la profesión de los médicos en España, elaborada por la Fundación Galatea, la Fundación para la protección social de la Organización Médica Colegial, y la Fundación Mutual Médica. Se trata de una segunda edición de la encuesta online realizada en 2020 y que, en esta ocasión, ha contado con la respuesta de casi 4.000 profesionales entre noviembre de 2022 y febrero de 2023.

Un tercio de los y las profesionales encuestados piensan que su salud mental es regular o mala (32%) y que está en riesgo (48%). Se sienten sobrepasados (38%) o quemados (43%). Estos datos son especialmente destacables entre las mujeres y aquellas personas trabajadoras en los Centros de Atención Primaria y con contratos temporales. En estos casos, manifiestan tener depresión o trastornos de ansiedad (16%), y el 25% toma algún tipo de medicación por este motivo.

El informe sostiene que sus problemas de salud están asociados a un empeoramiento de las condiciones laborales:

  • Precariedad: el 27% de las personas encuestadas tienen un contrato temporal o de interinidad.
  • Exceso de horas de trabajo: el 52% de los médicos y médicas trabajan más de 40 horas a la semana, y el 29% más de 50 horas (especialmente los más jóvenes, en hospitales, con contratos temporales en el sector público). Estos porcentajes son similares a los que se dieron durante la primera ola de la pandemia en 2020.
  • Sobrecarga laboral: consideran que su carga de trabajo es superior (41%) o muy superior (37%) a la de antes de la pandemia, especialmente las mujeres y personas que trabajan en atención primaria.

Además del impacto de las condiciones de trabajo, los problemas de salud mental de la comunidad médica se asocian también a la percepción de una peor valoración de su profesión por parte del entorno laboral, especialmente por parte de equipos directivos y gerencia, que ha ido empeorando de forma progresiva desde 2020, así como del entorno social: durante la primera ola de la pandemia, el 72% se sentía bien valorado, mientras que, en invierno de 2022, ese porcentaje ha llegado solo al 28%.

Así, el perfil de profesionales más afectado por este empeoramiento general de la salud mental son las mujeres, menores de 35 años, con contrato temporal o en régimen interino, los MIR y el ámbito de la atención primaria.

Todo ello ha supuesto un aumento de las visitas a recursos de atención a la salud mental por parte del personal facultativo. El 60% de ellos son usuarios reales o potenciales de estos servicios, frente al 24% del 2020, y el 38% ha acudido o está acudiendo a un servicio de este tipo tanto del ámbito privado, en un 39%, como servicios dirigidos exclusivamente a profesionales de la salud, un 35%.

 

Fotografía: Institut Català de la Salut